Alimentos ecológicos
Los alimentos ecológicos, orgánicos y Bio son los que se hacen con arreglo a normas de producción específicas. En la mayor parte de la historia de la agricultura se puede decir que la humanidad fue mantenida dentro de los procedimientos que ahora se conocen como agricultura biológica u orgánica. Sólo a partir del siglo XX hubo una fuente de nuevas sustancias de síntesis química para conseguir comida.
Actualmente se denomina agricultura convencional que no está declarada y regimentada como agricultura orgánica.
En la agricultura orgánica, el uso de agroquímicos es muy restringido. En el caso del ganado, los productos se deben levantar sin el uso rutinario de antibióticos y sin hormonas de crecimiento (somatropines) además de otras restricciones, tales como comer alimentos del sistema de la agricultura ecológica.
En la mayoría de los países, los alimentos orgánicos no pueden utilizar organismos genéticamente modificados. Se ha sugerido que la aplicación de la nanotecnología en la agricultura, también debe ser excluida de la certificación de alimentos orgánicos.
La industria de alimentos orgánicos está altamente regulada y es actualmente la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón y muchos otros países que requieren que los productores de este tipo de alimentos obtengan un certificado. No todos los certificados de cada país son totalmente aceptables.
Como identificar los alimentos ecológicos y orgánicos
Los alimentos procesados orgánicos generalmente deben contener sólo ingredientes orgánicos, si no son orgánicos, por lo menos un alto porcentaje de la planta o la alimentación animal deben ser orgánicos. Los alimentos orgánicos (95% en Estados Unidos y Australia) no deberían estar dispuestos a llevar aditivos alimenticios artificiales, y a menudo deben haber sido procesados con la menor cantidad de métodos, materiales y condiciones.
Beneficio de los alimentos ecológicos y orgánicos
Entre los beneficios de productos orgánicos, se encuentran:
Los agricultores deben evitar la exposición prolongada a los pesticidas químicos, los cuales produjeron a nivel mundial entre 1 y 5 millones de intoxicaciones al año, entre los cuales hubieron unos 20.000 muertos.
Reducir el impacto de los fertilizantes sintéticos, que estimulan el crecimiento de algas. Esto provoca una disminución en los niveles de oxígeno en lagos, pero también en el Golfo de México o en el mar negro. De esta manera, los consumidores están expuestos a residuos menos químicos y los alimentos orgánicos contienen más vitaminas y minerales que los convencionales.
Sin embargo, las limitaciones de la agricultura orgánica significa que es más cara y, a veces, la producción se hace en países lejanos donde la mano de obra es más barata y donde el clima es adecuado durante todo el año. Como resultado, el transporte de alimentos de más aumenta el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero por caloría de alimentos. Además, la producción de alimentos orgánicos no locales, hacen a los agricultores locales más vulnerables, son los que más fácilmente pueden ofrecer a la población en caso de crisis.
Por otro lado, la prohibición de los pesticidas sintéticos no implica la prohibición del azufre natural y sales de cobre por ejemplo, que son tóxicos pero muy ecológicos.
Por último, algunos alimentos como el pescado o la leche se consideran ecológicos a pesar de no estar completamente sin sustancias químicas.
